Basado en los estudios del físico prusiano Heinrich Wilhelm Dove que en 1839 llamó "Arrastre de Ondas Cerebrales", estudio que consistía en cambiar las frecuencias de las ondas cerebrales normales utilizando música. El cerebro, gracias a su facultad de recalcular la diferencia entre dos frecuencias y sincronizarse con ella por medio del fenómeno de arrastre de ondas, lleva aparejado un cambio en el estado de conciencia. De esta manera observó que se podía bajar o subir las frecuencias y lograr estados mentales específicos, pero no tuvo demasiada relevancia hasta 1973 cuando la aparición del documento «Auditory beats in the brain» editado por Scientific American y con autoría de Gerald Oster, quien retomo la investigación de Dove, abrió las puertas a muchas aplicaciones de este descubrimiento, en varios campos de la ciencia.
Esta tabla de valores ayuda a entender el punto.
Ondas Beta: frecuencias entre 13 y 28 Hz correspondientes a la conciencia normal de la vigilia.
Ondas Alfa: frecuencias entre 7,5 y 13 Hz referidas a la relajación despierta y los umbrales entre sueño y vigilia, meditación.
Ondas Theta: frecuencias entre 3,5 y 7,5 Hz relacionadas con la actividad onírica y sueños lúcidos, la meditación profunda y experiencias fuera de cuerpo.
Ondas Delta: frecuencias entre 0,2 y 3,5 Hz referidas al sueño profundo, la pérdida de la conciencia corporal, trance hipnótico y fase REM del sueño.
Por lo tanto seria posible aprovecharse de este fenómeno, para inducir el estado deseado.
Esto va desde terapias convencionales para disminuir estados de ansiedad, tensión, estrés, para ayudar a una adecuada relajación, para tratamiento de diferentes comportamientos compulsivos, como dejar de fumar, etc., hasta la utilización de diferentes secuencias de sonidos para lograr relajación profunda, estados de creatividad, sueños lúcidos, y otros estados de conciencia alterados.
Aspectos Neuro-Auditivos de los Ritmos Binaurales
Los Ritmos Binaurales son un proceso de resonancia cerebral demostrado científicamente, los cuales han empezado a ser gradualmente reconocidos luego de la publicación de un artículo titulado: Ritmos Auditivos en el Cerebro, por el Dr. Gerald Oster, publicado en octubre de 1973, editado por Scientific America.
Los Ritmos Binaurales trabajan enviando dos frecuencias hertzianas diferentes a cada uno de los oídos, haciendo que los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho trabajen al unísono para escuchar una frecuencia fantasmal de tercer tono, la diferencia hertziana centrada entre los dos tonos. Las separaciones hertzianas crean un constante y suave ritmo y su tiempo y pulso corresponden a la separación hertziana por segundo. El proceso de ritmo binaural puede usarse para estimular estados alterados de conciencia seleccionando patrones de ritmo binaural para lograr una onda cerebral deseada. Tras algunos minutos de escuchar y calcular, el cerebro empieza a corresponder a este ritmo binaural en virtud de un proceso denominado: frecuencia de respuesta de seguimiento.
En realidad, un ritmo binaural no se escucha como un sonido verdadero en el ambiente auricular, se trata más bien de una señal neurológica percibida dentro del cerebro por los dos hemisferios cerebrales trabajando al unísono.
La sincronía neural estimulada por los ritmos binaurales es un aspecto principal que asiste al cerebro para funcionar a un nivel superior. El cerebro forma continuamente nuevas conexiones a las que le siguen nuevas experiencias. La calidad y fuerza de las conexiones neuronales puede variar de acuerdo con el estímulo recibido por el cerebro. Los ritmos binaurales en el rango Alfa, Teta y Delta proveen un continuo suministro de relajación y estimulan un recableado a través del cálculo de señal audio-neurológica. Estas nuevas experiencias auditivas en el cerebro producen una explosión de nuevas conexiones entre las neuronas a través de la repetición.
El proceso de ritmo binaural es más rápido, más fácil y más que solo meditación y después de varias semanas, el cerebro se torna más lateral y empieza a procesar, de modo permanente, recuerdos y memorias relajadas en ambos hemisferios.
El cerebro no crea dependencia a los ritmos binaurales para lograr una relajación; este proceso continúa desarrollándose más rápidamente, entre más estímulos binaurales sean recibidos por el cerebro.
Adicionalmente a una mayor sincronización de los hemisferios y desarrollo de las neuronas, mayor conciencia y visión personal, lo que hace de la terapia con ritmos binaurales una valiosa herramienta en cuanto a terapia de consejería y similares.
Los ritmos binaurales son excelentes para desarrollar estados superiores de conciencia y trascender la meditación.
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